Nuestra primera idea era conseguir un negocio que estuviese acorde con nuestros valores: ecológico, local y que nos importara. Yo busqué algunas ideas en el reciclaje o la asesoría, pero Aruska me enseñaba a ser paciente, a esperar por una buena idea. Allí llegó el cacao. Pero apenas estamos gateando, iniciándonos. Luego se nos ocurrió hacer algo más: chocolate para quienes no pueden comer chocolate: veganos, diabéticos, celíacos e intolerantes a la lactosa, lo que habíamos conocido gracias a compartir con diversidad de personas en el Picnic Urbano de Maracay, y queríamos tener un negocio de impacto social. Y teníamos que prepararnos para ese futuro que queremos.
En el bazar de Calicanto nos fue muy bien, porque vendimos varias botellas de ponche de cacao que fue cultivado en Aponte, Ocumare, aunque la semilla proviene de Chuao y todas las donas de chocolate con arequipe que llevamos. ¡Gracias a tantos amigos que nos visitaron, nos hicieron compañía, probaron el té de cacao y limón, salimos airosos en nuestro debut!. Fue una alegría verlos deleitarse con lo que estábamos haciendo. Nuestras barras de chocolate, aunque queremos hacerlas más grandes, gustaron y para quienes son intolerantes a la lactosa, fue una alegría conseguirnos. Allí ganamos mucho: una nueva amiga, la emprendedora de XOCO Patisserie que hace mermeladas sin azúcar, y muchos consejos para lo que queríamos hacer luego.
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| Nuestro stand de chocolatería en el Bazar de Calicanto |
Que aunque el chocolate orgánico, al no tener aditivos, no tiene gluten en sus ingredientes, aprendimos con nuestra amiga Lorena -y su hijo Ricardo, que es celíaco- que no se puede compartir ni la esponja de fregar en alimentos con o sin gluten en una misma cocina, ni los utensilios, porque una pequeña pizca ya puede contaminar la comida. Y su pequeño bebé, aunque apenas tiene 4 años le dijo: "mamá, si yo no puedo comer gluten, tú tampoco" para tomar ese camino juntos.
Eso es algo que aprendí también en una entrevista que hice a la creadora de Cocina Segura, sobre que si alguien tiene un régimen especial de alimentación en la familia, no apartarlo sea adulto o niño y que todos deben asumirla para eliminar riesgos de consumos involuntarios en casa. Y con nuestra amiga Moraima -mamá de una niña autista- que el Xilitol era el sustituto ideal para el azúcar porque al consumir no producía esos efectos "eléctricos" que causa cuando los niños comen muchas chucherías.
Entonces me lancé para Google, aprendí y ayer me fui a Farmatodo. Compré Chocolates El Rey Carenero oscuro, un chocolate sin azúcar Saint Moritz, una bolsa de polvo de cacao sin azúcar de KKO Real para hacer en casa y una bolsa de Xilitol de Productos Now, un sustituto natural del azúcar, que se obtiene de la madera del abedul, la cáscara de la semilla del maíz o las conchas de coco (esto último me gustó por ser tropical).
Y me di cuenta que no estábamos tan lejos pero podríamos ser mejores. Todos los productos (también los de chocolate) para diabéticos tienen trazas de azúcar y de gluten, y los de celíacos igual, por lo que sospeché que el proceso industrial y/o de conservación hacen estos productos imperfectos en ese tema. Además, muchos son importados y caros. Aquí hay una oportunidad para nosotros: productos locales y cuidadosos en no poseer gluten, azúcar, lactosa ni aditivos, y que sean, demasiado sabrosos.
Y el Xilitol. Resulta que es una maravilla de la naturaleza. Sintetizado por primera vez en Finlandia por un científico alemán durante la II Guerra Mundial, cuando el país escandinavo se quedó sin suficiente azúcar, es ahora usado en casi todos los chiclets de Europa por sus efectos contra las caries al no ser consumido por las bacterias presentes en la boca. Además de no tener ninguna contraindicación -más que probablemente provocar malestares estomacales sin consume en exceso-, ayuda a prevenir la osteoporosis, la candidiasis (o cándida, que se produce cuando la flora intestinal está debilitada por medicamentos o por condiciones congénitas), no se metaboliza por la insulina -por lo que es ideal para la diabetes- y no posee las dudas razonables que tiene los productos industriales basados en Stevia, o que dicen contenerla sobre la infertilidad o no ser realmente saludables.
Así que hoy desperté haciéndole una taza de chocolate caliente a Aruska, con Xilitol y polvo de cacao KKO Real, conversamos sobre nuestro Deleite Cacao y lo que queríamos aprender, perfeccionar, estudiar y mejorar para hacer un producto que ayudara a miles de personas a mejorar su calidad de vida. Dulce, sabroso y espeso, así quedó nuestra taza de chocolate. Estábamos felices y brindamos.
Hoy estamos un poco más cerca de producir lo que deseamos: chocolate para quienes no pueden comer chocolate con un producto orgánico, libre de pesticidas y herbicidas, cuyo comercio apoya a los comerciantes locales de nuestros pueblos costeros y su acervo cultural: los tambores, San Juan Bautista, los Diablos Danzantes. Pero aún queremos estudiar -ya hemos conseguido un par de academias interesantísimas en Venezuela-, mejorar nuestras técnicas y tener nuestro local propio, para producir chocolatería fina artesanal sin gluten, sin azúcar ni lactosa, sabrosísimo y orgánico, bueno para ti y el planeta.
Hoy encontramos este hermoso video de InKnowAtion, como el xilitol, proveniente de Finlandia, para inspirarnos como emprendedores, y sé que te encantará, porque habla de la zona de confort, la zona de la creatividad y la zona del pánico, donde no tenemos experiencia ni sabemos nada, aprendemos y arriesgamos. Disfruta, come chocolate oscuro, sonríe y cambia, que así mejora tu casa, tu cuadra, tu comunidad, tu ciudad, tu país y el mundo.
